lunes, 26 de septiembre de 2016

LECCIÓN DE REALISMO

LECCIÓN DE REALISMO



Ser humilde es ser realista,
Realista es vivir con amor,
Reconocer errores propios,
Perdonando al malhechor.

   Ser realista es no ver la paja,
En el ojo de nuestro vecino,
  Olvidando que en el nuestro,
Tenemos una viga de pino.

   Ser realista es admitir el error,
Con culpa o sin ella cometido,
   Para aprender de sus lecciones,
Aunque nos parezca desatino.

Ser realista es ser inteligente,
Leyendo las cosas por dentro,
Descubriendo tesoros ocultos,
 Para disfrutarlos sin tormento.

Con la inteligencia despierta,
  Se aprende a buscar la verdad,
A vivir en el océano del amor,
Y así ser felices con dignidad.

    La humildad y nuestra realidad,
Son como la verdad y el amor,
   Tesoros sabiamente escondidos,
  Para sustentar nuestro corazón.

    Ser realista es vivir en un campo,
    Sembrado de trigo y hierba mala,
   Esperando con mucha paciencia,
      La siega y criba de grano y granza.

     Ser realista es tener contenedores,
   Donde dejar la bolsa de la basura,
     Reponiéndola con otra más nueva,
   Sin nostalgia de la vieja inmunda.

Ser realista es olvidar los males,
Reactivando siempre los bienes,
Machacando el virus del rencor,
Como epidemia de almas ruines.

 Ser realistas es desear ser felices,
   Sin memoria histórica pervertida,
   Con mentiras y males exagerados,
  Con fines políticos o endiablados.

Ser realista es saber equivocarse,
 En la búsqueda de la gran verdad,
  Dejando los caminos equivocados,
   Sin nostalgia ni desesperanza vital.

Ser realista es no ser líder egoísta,
Altanero y borracho de autoridad,
  Que se alimenta de despotismo vil,
Maltratando a sueldo a los demás.

   Ser realista es ser político honrado,
  Preocupado por lo mejor de todos,
 Abandonando intereses bastardos,
Sin robar o engañar al necesitado.

Ser realista es el callar y escuchar,
Cuando se desconoce la verdad,
En lugar de imponer opiniones,
Con la fuerza de la irracionalidad.

Ser realista es respetar toda vida,
 La propia y la de todos los demás,
  Sin hacer exclusiones malhadadas,
  En el precepto divino de no matar.

La persona realista ama sin cesar,
 La grandeza de toda vida humana,
Desde el seno de su propia madre,
   Hasta que Dios la lleve a otro lugar.

Quien destruye su vida o la ajena,
  Nunca podrá ser feliz por derecho,
   A menos que sea realista y sensato,
   Pidiendo perdón por lo mal hecho.

     Estar en la realidad sin ser humilde,
 Es como estar en simulador aéreo,
   La apariencia de vuelo es engañosa,

Si se olvida la existencia del suelo.